Residencia fiscal de España a Mónaco, reglas que debe conocer
Mónaco es reconocido por su régimen fiscal particularmente ventajoso. De hecho, el Principado no aplica ningún impuesto sobre la renta de las personas físicas (salvo el caso particular de los ciudadanos franceses instalados después de 1962 que siguen sujetos al impuesto francés). Ya hemos hablado de la fiscalidad monegasca en varios artículos de nuestro sitio que le invitamos a leer. Esto también significa que no hay impuesto sobre el patrimonio, ni impuesto sobre bienes inmuebles ni impuesto de residencia, tributos corrientes en España de los que los residentes monegascos están totalmente exentos. Este artículo se dirige especialmente a los expatriados españoles que desean instalarse en Mónaco y obtener la residencia monegasca.
Restricciones y obstáculos para convertirse en residente fiscal en Mónaco
Antes de instalarse en Mónaco y obtener la residencia monegasca , un contribuyente español debe comprender bien las implicaciones jurídicas y prácticas de tal traslado. En ausencia de un convenio fiscal entre ambos países , la expatriación fiscal hacia el Principado exige una rigurosidad absoluta para evitar cualquier litigio con la administración española. A continuación, los principales puntos de vigilancia.
Riesgos de doble imposición entre España y Mónaco
España aplica una serie de criterios rigurosos para determinar si una persona sigue siendo considerada residente fiscal. El umbral más conocido es el de 183 días pasados en territorio español al año. Pero no es el único: incluso permaneciendo menos tiempo, una persona puede seguir siendo considerada residente fiscal si su centro de intereses económicos permanece en España (actividad profesional, empresa, inversiones…) o si su familia cercana reside allí.
Así, un empresario que se traslade a Mónaco pero deje a su familia en España tendrá grandes dificultades para convencer a Hacienda de que realmente ha cambiado su residencia fiscal. Para romper eficazmente los lazos fiscales, generalmente es necesario trasladarse con toda la familia y relocalizar sus negocios fuera de España.
Ausencia de convenio fiscal entre los dos países
Mónaco y España no disponen de ningún acuerdo bilateral para evitar la doble imposición ni para resolver los conflictos de residencia fiscal. En consecuencia, si la administración tributaria española considera que una persona sigue siendo residente fiscal a pesar de su instalación en Mónaco, puede exigir la tributación sobre la totalidad de sus ingresos mundiales. Y puesto que Mónaco no grava los ingresos, ningún crédito fiscal compensará el impuesto español, lo que puede provocar una doble imposición plena. En ausencia de un marco convencional, cada caso debe negociarse individualmente con la administración española, lo que representa un proceso incierto y potencialmente largo.
Imposición de los ingresos de fuente española
Incluso después de abandonar España, los ingresos procedentes de activos situados en España siguen siendo imponibles como no residente. Estos ingresos están sujetos a un régimen fiscal específico (IRNR), sin ventajas particulares para los residentes monegascos. Por ejemplo, un bien inmueble en España genera un alquiler gravado a un tipo bruto del 24 %, sin posibilidad de deducir gastos, a diferencia del régimen de residentes.
Del mismo modo, los dividendos pagados por sociedades españolas sufren una retención en origen clásica, sin mecanismo de devolución. Esto puede conducir a una carga fiscal más pesada que la aplicable a un residente. En la práctica, muchos expatriados optan por vender o transferir parte de sus activos para reducir su exposición fiscal en España.
Supervisión reforzada por la Hacienda española
España vigila estrechamente las salidas con fines fiscales hacia países considerados ventajosos. Las autoridades fiscales utilizan hoy tecnologías de punta (Big Data, análisis de consumo, geolocalización, actividad en redes sociales, facturas domésticas…) para detectar incoherencias en las declaraciones de expatriación.
Un contribuyente que se instala oficialmente en Mónaco pero regresa con frecuencia a España o conserva allí un modo de vida visible (residencia, gastos, vínculos familiares o profesionales) se arriesga a una regularización fiscal. La administración española considera que si uno sigue viviendo «de hecho» en España, eso prevalece sobre las apariencias administrativas.
La Exit Tax española
Como otros países, España aplica una Exit Tax para evitar que los contribuyentes con grandes patrimonios abandonen el país sin tributar las plusvalías latentes de sus activos. Este dispositivo afecta a toda persona que :
- haya sido residente fiscal en España al menos 10 de los últimos 15 años,
- y que posea acciones o participaciones que superen uno de los siguientes umbrales : Valor total de la cartera > 4 millones €, o Participación > 25 % en una sociedad valorada en > 1 millón €.
El Estado español considera que ha realizado una plusvalía incluso si no ha vendido sus acciones: grava las ganancias teóricas (plusvalías latentes) entre el valor de adquisición y el valor de mercado en el momento de su salida.
Ejemplos :
Posee el 30 % de una empresa valorada en 5 millones € → supera el umbral → Exit Tax aplicable.
Dispone de una cartera de acciones cotizadas valorada en 4,5 millones € → Exit Tax aplicable.
En caso de traslado de residencia a un país no miembro de la Unión Europea, estas plusvalías pueden ser inmediatamente gravadas. Mónaco, aunque fuera de la UE, se beneficia de un acuerdo de intercambio de información con España, lo que permite obtener una exoneración o un aplazamiento siempre que se cumplan ciertas obligaciones declarativas, se designe un representante fiscal en España y, en ocasiones, se aporte una garantía financiera. Estos trámites deben prepararse cuidadosamente con la ayuda de un profesional para evitar sorpresas.
Instalarse fiscalmente en Mónaco desde España es posible, pero requiere una ruptura clara, coherente y bien preparada con España. El éxito de este proceso se basa en la capacidad de demostrar un verdadero cambio de vida, tanto a nivel personal como profesional.
La expatriación fiscal es posible
Para que un ciudadano español deje de ser gravado en España, debe cumplir todos estos criterios :
- Abandonar físicamente España (menos de 183 días/año en el país).
- No mantener allí un centro de intereses económicos (empleo, empresa, residencia, inversiones activas...).
- Traer a su familia consigo a Mónaco.
- No conservar una vivienda principal o de uso personal en España.
- Registrarse como no residente fiscal ante la administración española (modelo 030 o 149, según corresponda).
- Y sobre todo: no proporcionar indicios contradictorios (tarjetas bancarias, consumo eléctrico, redes sociales, etc.).
Si todos estos elementos están alineados, España no puede legalmente gravarle.
¿Qué debe hacer?
Antes de salir de España :
Debe declarar este traslado de residencia a Hacienda (modelo específico).- Debe valorar sus títulos el día de la partida.
- Puede que deba pagar inmediatamente el impuesto sobre estas plusvalías incluso sin venta real.
Buena noticia : aplazamiento o exoneración posible
Si se traslada a un país cooperador en materia fiscal, como Mónaco desde 2018, puede :
- solicitar un aplazamiento del pago (Hacienda espera a que venda sus títulos) o, a veces, una exoneración automática, si se cumplen ciertas condiciones. No obstante, ello requiere trámites formales (designación de representante fiscal, garantías, etc.). La Exit Tax pretende impedir expatriaciones fiscales abusivas y solo afecta a quienes poseen un importante patrimonio societario. Para evitar pagarla conviene anticipar bien la salida y estar acompañado por un experto fiscal.
Desde 2018 Mónaco ya no es considerado paraíso fiscal por España, lo que facilita las solicitudes de aplazamiento o exoneración.
Especificidades fiscales de Mónaco para ciudadanos españoles
Para los contribuyentes españoles con ingresos elevados o un patrimonio considerable, la fiscalidad aplicable en Mónaco presenta características distintas que pueden, según el caso, ofrecer una optimización significativa respecto al marco fiscal español.
Ausencia de impuesto sobre la renta de las personas físicas
En Mónaco, los residentes no están sujetos a un impuesto sobre la renta de las personas físicas. Esto abarca todos los ingresos privados, incluidos salarios, honorarios profesionales, dividendos, intereses y plusvalías mobiliarias.
En comparación, en España el IRPF es progresivo y puede alcanzar tipos marginales comprendidos entre el 47 % y el 49 % según la comunidad autónoma. Un contribuyente que perciba 500 000 € anuales en España puede soportar una imposición efectiva superior al 45 %. En Mónaco, al no existir fiscalidad directa sobre estos ingresos, esa carga desaparece.
Fiscalidad de los ingresos del capital y ausencia de doble imposición local
Los dividendos, intereses y plusvalías percibidos por un residente monegasco no sufren tributación adicional en Mónaco. El Principado no aplica ni impuesto sobre el capital ni retención en origen sobre los rendimientos salientes.
Un inversor español que se convierta en residente monegasco y perciba, por ejemplo, dividendos de una empresa estadounidense solo estará gravado según las normas fiscales estadounidenses. En España, esos mismos ingresos de capital se gravan a tipos comprendidos entre el 19 % y el 28 %, además de otras obligaciones fiscales.
Ausencia de imposición anual sobre el patrimonio neto
Mónaco no grava anualmente la tenencia de patrimonio (activos financieros, inmobiliarios, etc.). Por el contrario, España aplica un impuesto sobre el patrimonio (Impuesto sobre el Patrimonio) basado en el valor neto de los activos mundiales poseídos por los residentes fiscales.
Este gravamen es progresivo y puede llegar al 3,5 % para los patrimonios más elevados. Desde 2023, un impuesto de solidaridad complementario también está en vigor a nivel nacional a partir de 3 millones € de activos netos.
Así, un patrimonio estimado en 10 millones € puede generar en España una carga fiscal anual superior a 100 000 €, mientras que no estaría sujeto a ninguna imposición recurrente en Mónoco.
Transmisión patrimonial: fiscalidad reducida de las sucesiones
Las transmisiones entre padres e hijos o entre cónyuges no generan derechos de sucesión en Mónaco. Para otros herederos, los tipos aplicados varían del 4 % al 16 % según el parentesco.
En España, los derechos de sucesión varían mucho según la región, pero los tipos pueden alcanzar el 34 % en ausencia de reducciones específicas. Algunas comunidades autónomas como Madrid o Andalucía proponen reducciones en línea directa, pero no ocurre igual en todo el territorio.
Cabe señalar que los derechos de sucesión monegascos solo se aplican a los bienes situados en Mónaco. Los activos conservados en España seguirían sujetos a la fiscalidad sucesoria española.
Otras particularidades del sistema fiscal monegasco
- Sin retención sobre flujos financieros salientes: los dividendos, distribuciones o rendimientos financieros percibidos en Mónaco pueden transferirse al extranjero sin retención fiscal local.
- Sin cotizaciones sociales sobre ingresos pasivos: a diferencia de algunos países que aplican cotizaciones sociales sobre los ingresos del capital, Mónaco no aplica ningún gravamen de esta naturaleza.
- IVA alineado con Francia: el tipo estándar de IVA en Mónaco es del 20 %, ligeramente inferior al tipo español (21 %).
En resumen, el Principado de Mónaco ofrece un marco fiscal que, para un contribuyente español que transfiera su residencia fiscal cumpliendo las normas, puede presentar ventajas significativas. Sin embargo, la puesta en práctica de este cambio de residencia implica condiciones estrictas, en particular la ruptura de los vínculos económicos y familiares con España, una presencia efectiva en Mónaco y un estricto respeto de las obligaciones declarativas.
Importante : El presente artículo tiene una finalidad puramente informativa. No constituye en ningún caso una incitación a la expatriación fiscal ni un consejo jurídico o fiscal. Cualquier decisión en este sentido corresponde exclusivamente al contribuyente afectado. Dada la complejidad de las normas fiscales, especialmente entre Mónaco y España, se recomienda encarecidamente consultar a un profesional cualificado antes de cualquier trámite.
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